Rodolfo Walsh, escritor policial
VARIACIONES EN ROJO
Autor: Rodolfo Walsh
Colección: Biblioteca de Bolsillo – Serie Naranja nº 192
Edita: Hachette, BuenosAires, 1953.
Todo el mundo (al menos en Argentina) conoce a Rodolfo Walsh por haber sido el autor de investigaciones periodísticas tan importantes como Operación Masacre(un ejemplo investigativo de igual o mejor calidad que el A sangre fría de Capote, en mi opinión personal) o ¿Quién mató a Rosendo? y por ser uno de los 30.000 desaparecidos de la dictadura militar argentina entre 1976 y 1982 (porque tuvo el valor de enviarles una carta abierta a los militares al cumplir el año del golpe de estado diciéndoles que secuestraban y torturaban gente... un acto de valor que demuestra que el tipo las tenía bien puestas).
Pero hay una veta más desconocida de su carrera, su producción como cuentista policial. Sus historias, enmarcadas en el molde clásico de la novela-problema (o sea, esa donde se dan en la narración todas las pistas al lector para que este resuelva el misterio) fueron el primer interés de este autor.
Este libro es precisamente su segundo libro. Consta de tres cuentos protagonizados por un mismo detective aficionado: Daniel Hernandez, corrector literario de la editorial Corsario, con asombrosas habilidades deductivas. Su Watson particular es le comisario Jiménez (él mismo tampoco manco para descubrir indicios y formular hipótesis), con el que resolverá tres casos sumamente complejos.
En La aventura de las pruebas de imprenta, Hernandez descubre que el aparente suicidio de un escritor amigo no es tal sino asesinato, todo gracias a la cuidadosa observación de las pruebas de imprenta que dejó el muerto.
Sigue Variaciones en Rojo, donde ocurre una variación sobre el típico problema del cuarto cerrado. Aquí hay una víctima y un posible sospechoso encerrados en el mismo cuarto. La puerta se cerró por fuera, nadie salió del edificio y el arma homicida está en el pasillo, bien lejos de la puerta. Y no hay manera de explicar quién fue el asesino…
Finalmente en Asesinato a distancia un aparente suicidio de un joven que se arroja públicamente al mar, desnudo, no es lo que era.
Reconozco ser poco aficionado a este tipo de cuentos policiales, pero reconozco que Walsh lo hace muy bien: los tres cuentos tienen premisas poco comunes, la aparición de los datos está correctamente regada, la resolución resulta lógica dentro de la historia y los cuentos se leen de manera más que entretenida. Sospecho que si hubiese vivido en Inglaterra o Estados Unidos, hoy walsh sería recordado como un grande de la literatura policial. Pero eso no fue y Walsh es solo recordado como un ejemplo de lo que puede hacer un periodismo investigativo y como ejemplo de intelectual que supo jugárselas en su momento por sus creencias. Lo cuál tampoco es un mal legado, a decir verdad…
Una última nota: el libro salió en la mítica Serie Naranja de Hachette, serie que junto con la colección El Séptimo Círculo, fueron colecciones que marcaron el tono de lo que era la novela policial en Argentina. Fíjense la modernísima tapa del libro, un ejemplo de cómo tener tapas con estilo sin necesariamente caer en el sensacionalismo pulp.
9 comentarios
roberto -
Berliac -
maxi -
Ashe -
Saludos!
kasia -
adios.
roberto -
Cascante -
andres -
Un saludo
Alfred -
¿Ve como yo, de erudito, no tengo un pelo?
Tomo nota, en cualquier caso, y andaré atento, por si me cruzara con algún ejemplar de su obra.
Un saludo.